Castellano se queja, pero el Gobernador no lo considera por entender que Castellano juega para Perotti y no para Rafaela y que no esta siendo honesto ni con mismísimo Gobernador ni con los Rafaelinos.
Allegados al Gobernador hasta pusieron en duda algunos hechos delictivos que sucedieron últimamente en la Ciudad y llegaron a hablar de operaciones de prensa entre un portal de nuestra ciudad y el Intendente.
Lo cierto es que Lifschitz no quiere recibir a Castellano y se lo hizo saber por intermedio de allegados al Intendente, que sin embargo insiste en público con la "famosa" reunión , eso sí, siempre y cuando tenga un micrófono a mano